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31 de diciembre de 2006

No hay nada como tener curro

En efecto, no hay nada como tener curro... para no currar. Aquí llevo ya dos días peleándome con el librito de Plástica y dedicando más tiempo a cualquier otra cosa en lugar de quitármelo de encima de una vez. Es lo que tiene trabajar de freelance, que al final siempre acaba una dándose el atracón el último día y jurándose a sí misma que la próxima vez aprovechará todos los días para trabajar un poquitín. Pero una no sería una si cumpliera las promesas que se hace a sí misma, así que descuiden que la próxima vez volveré a bloguear sin parar, a ver de forma compulsiva capítulos de series, a comentar a diestro y siniestro en blogs ajenos y a pasarme horas buceando por el You Tube.

A propósito de todo esto, llevaba semanas sin pasarme por el renovado blog de Mike Bonales (imperdonable, Mike, lo sé ;-) ) y resulta que me he encontrado con una estupenda noticia: Mike colaborará de forma habitual en la recién estrenada edición española de la mítica revista americana MAD. Mi más sincera enhorabuena a Mike. Espero que esta revista tenga una larga vida y no se sume a la lista de revistas de cómic que han tenido que cerrar recientemente.

Y, bueno, aprovechando que Mike le dedica un artículo en su blog, voy a colgar aquí un trailer que llevaba mucho tiempo queriendo comentar. Se trata de un avance de la película 300, la última adaptación al cine de una obra del genial Frank Miller. Si ustedes vieron Sin City, seguro que no les dejó indiferentes.



El cómic 300 está entre mis favoritos. Su guión puede ser más o menos discutible, pero es de una calidad gráfica absolutamente epatante. Por lo que se ve en el trailer, parece que para esta adaptación han seguido el camino escogido en Sin City y tratan de reflejar el cómic lo más fielmente posible. Personalmente, no suele gustarme esta opción, ya que considero que cada medio tiene su propio lenguaje y por tanto es necesario que encuentren sus propios caminos. Sin embargo, la obra de Frank Miller es tan personal y posee tanta fuerza en sí misma que quizás no sea tan mala idea respetarla al máximo. Ya veremos.

Por último, y siguiendo con el tema de los saltos del cómic al cine, quiero hacerme eco de la película que está preparando Miguelanxo Prado, el autor del fantástico Trazo de tiza. Se trata de De profundis, está realizada sobre la base de una serie de óleos y, al parecer, no contiene un solo diálogo. La verdad, me parece un proyecto tan arriesgado como interesante. Habrá que esperar al resultado final, pero, como avance, aquí les dejo el trailer:


22 de agosto de 2006

Un poquito de azar

¿Tienen algún dilema trascendental que les corroe? ¿Se ven incapaces de tomar una decisión? Esta página es para ustedes, para que decidan con estilo.
(Vulcano, sé que te va a encantar ;-) )

8 de mayo de 2006

Duende



¡O género femenino, encogido e frágil! ¿Por qué no fue a las hembras concedido descubrir su ardiente amor, como a los varones? Que ni Calisto vivera quejoso ni yo penada.
Este sábado vibré, temblé, viví, sentí, me deshice y me rehice, viajé en el tiempo y acompañé a todas esas mujeres junto a ti, Silvia, bellísima Melibea. Gracias -nuevamente- por una inmensa velada teatral.

Melibea, el duende del loco amor se puso en escena este sábado por primera vez. Más información, aquí.

5 de mayo de 2006

Para ti

Para ti, que me lees a escondidas. Sí, sí, para ti, que te he pillado ;-)


PD. Mucho mejor mi coreografía, dónde va a parar.

24 de marzo de 2006

¡Te casas!

Hoy es un día grande, nene: ¡te casas! Con la de tiempo que hemos pasado juntos, la de cosas que compartimos y que peleamos. Apenas puedo creer que estemos ya hoy aquí, tan pronto. Porque el tiempo se escapa como el aire y me parece que fue ayer cuando hacíamos guerras de pies en el suelo de tu cuarto. O cuando luchábamos, escoba en riste, por la cochera del abuelo. ¿Recuerdas?
No te lo puse fácil, no. Ser el hermano pequeño supone siempre jugar en desventaja, avanzar por un camino ya explorado tratando de encontrar tu propia senda. Pero lo encontraste, vaya si lo encontraste. Y te vi, orgullosa, crecer, madurar y ser tú mismo. Separarte con paso firme de esa pegajosa influencia de hermana mayor con la que tuviste que aprender a lidiar.
Y luego llegó Adri. Tan dulce, tan cariñosa. Con su asombrosa asertividad, su pasión por la vida, su fervor por la docencia, su responsabilidad ante el trabajo. Y te vi feliz.
Hoy os casáis. Es un día grande, nene. Y aquí estoy yo, igualmente feliz, buscando las palabras adecuadas. Qué responsabilidad... y qué halago al mismo tiempo. He pasado meses leyendo, escarbando, intentando encontrar ese texto especial que leería hoy aquí. Tras cientos de poemas, al final me decidí: ¿qué mejor que un bello tango para vosotros que amáis el baile? Así pues, aquí para vosotros, esta bella canción de Jorge Caldara y Mario Soto.

15 de marzo de 2006

Cádiz

Sé que no lo estás pasando bien. Por eso, cuando el otro día recibí tu llamada instándome a quedar, te dije que sí sin dudar, aunque lo cierto es que ya tenía planes.


De camino, pensé en el día en que te conocí. Siempre me ha obsesionado la trascendencia de nuestras elecciones. La vida está llena de ellas. Algunas, las menos, se hacen conscientemente, tras muchas cabilaciones. Suelen ser dolorosas por la pérdida, la renuncia a lo descartado. Pero al menos en estas conservamos el control, podemos elegir nuestro rumbo. La mayoría de ellas, en cambio, las que hacemos a diario, surgen imperceptiblemente en nuestra vida y tomamos una u otra opción sin apenas percatarnos, sin percibir el giro que implican en nuestro camino. Y hace ya once años que una de estas elecciones cambió mi vida para bien. ¿Recuerdas? Necesitaba a alguien que me prestara los apuntes de los martes. Pude presentarme a cualquier otro compañero y, sin saber muy bien por qué, me dirigí a ti. Curiosa manera de comenzar una amistad, ¿no crees? Por puro y simple interés.


Acabamos en aquel café-pub de la calle Hileras donde ya hemos estado otras veces. En realidad, ese lugar lo tengo ligado a ti porque jamás estuve allí más que contigo. Claro, tú esto no lo sabes. Probablemente para ti no sea más que un sitio más donde ir cuando quieres conversar con calma. Pero para mí es especial. Así funciona nuestra mente, modelando el mundo que nos rodea a su antojo, dotando de significado a lugares, objetos, melodías, cosas todas ellas insignificantes con anterioridad.


Allí, en nuestro café, te escuchaba en silencio. Poco hay que decir en estos casos, la verdad. Lo único que podemos hacer es escuchar, regalarle una vía de escape al otro por donde soltar parte de lo que le angustia. Escuchar hasta que lo sueltes, pero luego llevarte a otro tema, impedirte ese regodeo recurrente en el dolor en el que todos tendemos a caer.


Entonces te hablé de nuestro viaje a Cádiz. Nuestro viaje, a secas. Porque aunque no fuimos solas los que vinieron con nosotros hace tiempo se fueron de nuestra vida. De aquel viaje quedamos tú y yo, cómplices, unidas para siempre. Rememoramos anécdotas y recuerdos; anécdotas que se engrandecen con el tiempo, que van adquiriendo matices cada vez más cómicos o tiernos conforme los contamos una y otra vez.


Te propuse entonces otro viaje. "Anda, vente, lo pasaremos bien." Te mostrabas reacia. Tenía que convencerte a toda costa porque te vendrá bien salir y porque me encantaría tenerte conmigo ese fin de semana. "Bueno, me lo pienso y te llamo en dos días", fue lo máximo que logré sacar.


Y entonces saqué el tema. Tú no lo sabes, pero me encanta sacarte el tema, me encanta oírte hablar, con pasión, de tu profesión. No importa cómo te vaya la vida, siempre se te iluminan los ojos y se te marca una sonrisa al hablar de tus chicos y sus cosas. Aparcas tus problemas y desbordas entusiasmo explicando tu último hallazgo pedagógico, tu última negociación ganada, el último de los logros académicos de uno de tus alumnos "deshauciados". Pienso en mi yo adolescente y me sorprendo porque hayas logrado de tus chicos cosas que difícilmente habría hecho yo entonces. Y continúo escuchándote embelesada, admirada por todo lo que consigues y orgullosa de ti. Porque oyéndote sé que hay esperanza. Sí mientras haya gente como tú, que cree en la enseñanza, que ve en ella mucho más que tiempo libre y sueldo seguro.


Hoy me has llamado. Tu voz era de entusiasmo y en seguida supe que vendrías. "Oye, que sí voy, que me prestan el equipo." Estaba segura. Ya no me queda más que contar con emoción las horas para nuestro próximo viaje. Nuestro próximo Cádiz.


13 de marzo de 2006

Lawrence

María se deja subir por las escaleras de la FNAC entretenida en sus pensamientos. Ha sido ese un fin de semana maravilloso, plagado de encuentros, confidencias y complicidades no siempre esperadas. Un fin de semana acompañada por personas especiales todas ellas, cada una a su manera.


María piensa en cada minuto y se siente afortunada. Porque no hay mayor fortuna que percatarse de que pasaron dos días sin sentir, que le fueron sustraídos dos días de su vida por gente tan especial. Piensa en sus ladrones de tiempo y se deleita reviviendo una y otra vez cada instante.


Por eso está allí. Qué mejor manera de culminar ese fin de semana que con Lawrence, su Lawrence. Busca ansiosa la película. No está en cine clásico. Tampoco en el de autor. Incrédula, pregunta a un dependiente si es que no existe edición en DVD. "Cine histórico", le indican. ¿Cine histórico? ¿Quién es el encargado de clasificar las películas? Pensando aún que el dependiente no quería más que quitársela de encima, acude a la sección. Efectivamente, allí está, rodeada de westerns. ¿Los westerns también son cine histórico? Lo que no hay es peplum. Se ve que los romanos no entran en la categoría de "histórico". Deben estar en otra sección, en "Erótico" o algo así.


Siempre le gustó Lawrence. Sólo él es capaz de regresar a la muerte para buscar a un amigo, de enfrentarse a la certeza y volver al desierto aferrado a la esperanza de encontrarlo con vida. Lawrence, ese cabezota ético y comprometido, ese alma libre e incomprendida. Su Lawrence.


Se dirige con su película a la salida, pero a medio camino se detiene. Una cosita más. No, no puede terminar el fin de semana sin adquirir otra cosita más. Da media vuelta y sube a la planta de Literatura, a la C. Calvino. Es preciso encontrar ese título que no recuerda. No está en "Bolsillo", pero aliviada lo descubre en la otra sección, la de las ediciones caras.


Ahora ya sí, con su Lawrence y su Si una noche de invierno un viajero, emprende el camino a la caja. Mientras le llevan las escaleras mecánicas se sorprende a sí misma en uno de los espejos: sin darse cuenta, abraza con mimo los dos objetos. Se mira a los ojos y se ve sonriente. Entonces se percata de que lleva esa sonrisa fijada en la cara desde el sábado por la mañana. Y sonríe aún más. Porque se siente afortunada y porque sabe que su sonrisa perdurará, seguro, el resto de la tarde.

6 de febrero de 2006

The show must go on

Y, pese a la vida, cruel e inoportuna, es necesario seguir. Aunque, por fortuna, aún nos queda la posibilidad de elegir. Elegir seguir a toda costa y continuar siendo dueños de nuestra vida. Elegir, como tú has hecho, Alberto, levantarse y reemprender el camino del que te echaron a golpes.


Gracias por una tarde de domingo maravillosa. Gracias a los tres.



Para los que no estuvistéis allí este domingo, aún estáis a tiempo de disfrutar con Pareja de des-hecho durante todo este mes (más información aquí).


Y, para el resto, recordaros que se acerca la fecha de otro de los eventos culturales de éste nuestro pequeño mundo:



1 de febrero de 2006

Generosidad ineludible

De vez en cuando se cruza por mi vida una de esas personas a las que me resulta imposible no admirar. No es algo que suceda a menudo, porque a estas alturas ya he visto de todo y poco o nada me sorprende.

Pero tu caso, amigo mío, es especial. Especial por esa generosidad con la que repartes esas sonrisas que aún no sé cómo ni dónde logras encontrar. Especial por esa fortaleza que construyes, día a día, ladrillo a ladrillo, pese a que cada lugar, cada objeto, cada recuerdo, suponga un torpedo directo a tu línea de flotación. Especial por esa entereza con la soportas, noche tras noche, tantas canciones que hablan siempre de lo mismo, de la (tú) pérdida, de la (su) ausencia, del (vuestro) amor truncado para siempre.

Por eso, amigo mío, eres tan especial. Y por eso te admiro -no sabes cuánto-. Y porque por más que me desviva por estar ahí, sé que ni yo ni nadie tenemos cemento bastante para tapar esa enorme grieta que hace casi un año desgarró tu vida.

Por eso, amigo mío, estaré este domingo a tu lado, querido Gus, viéndote mientras me admiro, una vez más, de que logres tan generosamente hacernos reir mientras, quizás, te desgarras por dentro.

Pareja de des-hecho se estrena este domingo en la sala DT y estará programada durante el resto de los domingos de febrero. Más información, aquí.

1 de enero de 2006

Deseos

Alguien que conozco suele pedirle siempre lo mismo al año que entra: que acabe completo. De momento le ha ido bien. Posee una respetable colección de años completos y una sola excepción, la del primero, aunque ya hace mucho que se resignó y sabe que ese no, que no es posible completarlo.


Tengo otro alguien que le pide, le implora de rodillas, que amanezca. Sí. Que acabe ya este maldito invierno que vino sin avisar para arrasarlo todo. Que amanezca y que salga el sol y que caliente y reconforte esas briznas de vida que no se dejan tumbar y que se lleve para siempre este gélido y estúpido año.


¿Y yo? Bueno, yo sólo quiero colores. Colores para teñir esos días grises que le salen al alma de vez en cuando. Colores para ayudarles a sumar otro año completo a la colección de todos a los que quiero. Colores para que amanezca de una vez por todas.

31 de diciembre de 2005

Una flota de camiones

Ayer, mi cada día más admirado León nos regalaba estas bellísimas palabras a propósito de esas pequeñas mascotas que todos, lo reconozcamos o no, acaparamos como tesoros.

Yo no tengo muñequitos de goma. Yo tengo una flota de camiones que corren por mi escritorio. ¿Es mi sino romper tópicos sin pretenderlo?


Más sobre mascotas aquí.

24 de diciembre de 2005

De páramos que llenar

Me falta un trozo. Sí. Apenas hace un día que te fuiste y ya noto tu ausencia. Quizás la culpa sea mía, por deshacer sólo la mitad de la cama. Llené tu lado de libros, palabras que me acompañaron anoche, que inútilmente lucharon por calentar ese campo yermo, ese páramo que has dejado en mi colchón.
Anoche soñé con pérdidas. Perdí mi cuaderno de apuntes, ese que siempre me acompaña, aquel que contiene tantos pedacitos de mí. Dibujillos desafiantes, textos tímidos y apocados, recortes desenfrenados y heterogéneos.
Qué angustia por la pérdida. Qué desazón de búsqueda toda la noche.
Lo encontré, al final de mis sueños, gravemente mutilado. Alguien había arrancado las páginas más bellas, me habían robado, usurpado, mancillado.
Me he despertado desvalida y huérfana. Con la vivencia del sueño aún reciente, luchando a brazo partido con la realidad, trantando de erigirse él -y no mi vida- en garante de lo real. Y aún no sé si me dolió más que me robaran o que desecharan parte de mí.
Con el café volvió el calor y con él los muebles de nuestro salón. El lunes volveré a verte y mi block, sin duda, recuperará todas su páginas. Y encontrarás, seguro, alguna nueva. Para ti.

23 de diciembre de 2005

Hey lady

"Hey lady, you lady
cursing at your life
you're a discontented mother
and a regimented wife
I have no doubt
you dream about the things you never do
but I wish someone had talked to me like I wanna talk to you
Oh, I've been to Georgia and California and anywhere I could run

Took the hand of a preacher man
and we made love in the sun
But I ran out of places and friendly faces
Because I had to be free
I've been to paradise but I've never been to me...

Please lady please lady
don't just walk away
Cause I have this need to tell you
why I'm all alone today
I can see so much of me
still living in your eyes
won't you share a part
of a weary heart that has lived a million lives"

"I've never been to me", interpretada por Charlene

A ti, Isabel, que te descubriste a ti misma a los 70 años.

20 de diciembre de 2005

Cumbre (al fin)

Hoy por fin, tras más de dos largos años de esfuerzo y dedicación, he alcanzado la tan deseada cumbre.


Dedicado a esa familia que ya tengo casi por mía. (Sí, vosotros, ya sabeis.)


19 de diciembre de 2005

Me gusta

El beso que, entre sueños, te robo cada mañana.
Tus ojos de ciervo al mirarme cada noche.
Que me erices la piel como sólo tú sabes hacerlo.
Remontar tu pecho con mi mano, sintiendo tu vello juguetear entre mis dedos.
Tu habilidad para domesticar mis tempestades.
Que me huelas, me aspires, me absorbas... por más que me queje cada vez que lo haces.
Enredarme en ti. Y que tú te enredes. Y que juntos formemos un interminable nudo azul.
Y tu risa, oh sí, tu risa que aun ahora me llena de ternura.

18 de diciembre de 2005

Feliz malestar

Hoy mi cuerpo protesta y gime tras los excesos de anoche. Y, sin embargo, ¡qué felicidad! El placer de una noche tan alocada como cómplice, tan llena de confidencias, de bailes liberadores, de vídeos improvisados. Un pequeño grupo de gente que impregna mi vida llenándola de afectos e intereses compartidos. Gracias. Gracias a los cinco.

Hoy, tras una mañana de convalecencia, a las cinco por fin, mi alma eufórica logró tirar de mi cuerpo maltratado y retomé mis pinceles. Esta tarde, amigos míos, es para vosotros.


17 de diciembre de 2005

Cómplices

Qué gusto descubrir un nuevo cómplice. Qué placer ir coincidiendo, una vez tras otra, en visiones paralelas y complementarias de la vida. Qué ansia por indagar, por escarbar en el otro a sabiendas que encontraré partes de mí.


Espero, impaciente, tus próximas líneas, las nuevas palabras que me lleven a conocerte, a conocernos, aún más.