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16 de octubre de 2010

Banksy y la deslocalización de los dibujos animados

(Este post forma parte de la serie Grandes (y pequeños) momentos de la animación. Quizás también te interese la entrada anterior.)

 A estas alturas de la semana, seguro que ya ha visto ustedes los fantásticos títulos de crédito que el genial Banksy ha creado para Los Simpsons:


Y, precísamente, esta semana comenzaba con las imágenes que, en exclusiva, nos brindaba Televisión Española sobre los festejos celebrados en Corea del Norte a propósito de su 65 aniversario. Alguien dijo que era un privilegio que TVE fuera de las pocas televisiones del mundo a las que se les había permitido informar del evento. Discrepo. Mostrar imágenes dirigidas de tamaño festejo propagandístico no es noticia. No solo eso: merece un boicot periodístico en toda regla. Espero que lo de ser "cómplices" de los delirios propagandísticos de uno de los peores países del mundo (que ya es decir) no sea más que una excusa con la que colarse en el país para poder informar acerca de lo que allí ocurre. Espero ávida un reportaje alternativo de TVE. De otra forma, no me explico en absoluto que hacía allí nuestra televisión.

En cualquier caso, aunque el vídeo de Banksy no hace referencia a Corea del Norte sino a la supuesta Corea buena, la del Sur, que es adonde se ha externalizado gran parte de la producción de los dibujos de Los Simpsons, mi cabeza estableció relación inmediata entre ambos vídeos debido, probablemente, a este estupendo cómic de Guy Delisle:

Pyongyang, Guy Delisle

Pyongyang, aparte de retratar de forma inmejorable el día a día de esa inmensa cárcel que es Corea del Norte, trata otro tema no menos interesante: cómo el capitalismo salvaje y el ahorro de costes de producción llega hasta los productos más insospechados, en este caso, los dibujos animados. Al igual que Banksy en su cortinilla, Delisle nos cuenta cómo gran parte de la potente industria francesa de la animación ha sido deslocalizada hacia Corea del Norte. Los fotogramas maestros siguen realizándose en Francia, por animadores expertos y con talento, pero todos los fotogramas intermedios se encargan a compañías coreanas donde, con unas condiciones laborables lamentables, se trabaja a destajo con un coste (y una calidad) ínfimo.

Ahorrar como sea, aunque a cambio obtengamos mierda. Es como aquel chiste que contaba mi abuela: "¡A peseta! ¡A peseta!" "Si, pero ¿qué vende?" "Nada, pero ¿a qué es barato?"

Sin embargo, lo del ahorro aun a costa de la calidad no es nuevo en este negocio. De hecho, esos mismos dibujos que ahora se producen en Corea del Norte ya habían sido deslocalizados a las ex-colonias francesas, las cuales, pese a sus bajos salarios, ya no eran competitivas frente a este bonito país-cárcel.

Es más, antes de la invención de la deslocalización, se buscaban todo tipo de estrategias para incrementar la producción y ahorrar costes en la producción de dibujos animados. Hay muchísimos  ejemplos de esto. Sin ir más lejos, mi querido Tamas me pasó el otro día este fantástico vídeo sobre la reutilización de animaciones en la Disney:



Claro que este caso de reutilización de materiales es casi insignificante si lo comparamos con los dos auténticos maestros de la producción de animación al mínimo coste: William Hanna y Joseph Barbera (ya hablamos brevemente de ellos en un post sobre el fin del reinado de la Disney), quienes revolucionaron completamente la industria de los dibujos animados con sus métodos de producción barata.

Pero este, queridos míos, es un tema que da para un post entero, así que, si me permiten, lo voy a dejar para otra ocasión, que ahora me marcho al cine a ver Exit through the gift shop, la peli de nuestro amigo Banksy, cuyo trailer pueden ver aquí:



Sean curiosos y felices ;-) 

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19 de septiembre de 2008

Tom, Jerry y el fin del reinado Disney

(Este post forma parte de la serie Grandes (y pequeños) momentos de la animación. Quizás también te interesen la entrada anterior o la siguiente entrega.)

El otro día -hace ya un buen puñado de tiempo- hablábamos de la controversia entre la Warner y la Metro a propósito de unas mutuas acusaciones de plagio. El corto de la Metro estaba, cómo no, protagonizado por Tom y Jerry. Hoy volveremos un poquito hacia atrás, concretamente a 1941, año en el que se producen varios importantes acontecimientos en la historia de la animación.

En primer lugar, ese año el Oscar al mejor corto de animación fue a parar por primera vez desde su instauración como premio en 1931 a una productora distinta de Disney. La Metro Goldwing Mayer rompía ese año con un reinado de una década al ganarlo con The Milky Way, una película bastante naïf aunque no exenta de encanto que ofrece una particular visión de la astronomía:



No solo era el primer Oscar en esta categoría que no se llevaba Disney, sino que además ese año ni siquiera se encontró entre los nominados.

Pero quizás, lo más interesante de los Oscar de ese año no es tanto la ausencia de la Disney como los protagonistas de otro de los cortos nominados, también de la Metro, Puss gets the boot:



En efecto, son ellos, aunque por aquel entonces aún no se llamaban Tom y Jerry. El nombre lo recibirían más adelante gracias a un concurso interno en el estudio de animación. Hay que decir ya existía una serie de animación sobre dos personajes llamados Tom y Jerry producida entre los años 31 y 33 por el estudio Van Beuren. Ante la enorme popularidad que alcanzarían el gato y ratón, los personajes de Van Beuren vieron cómo a partir de 1950 se les cambiaba el nombre a Dick y Larry.

Puss gets the boot se había estrenado sin demasiado éxito en el año 40, pero cuando un año después los directores de la Academia la nominaron al Oscar, la Metro Goldwing Mayer decidió apostar fuerte por estos personajes y ordenó a sus creadores que abandonaran el resto de los proyectos que tenían en marcha para dedicarse en exclusiva a dirigir cortos del gato y el ratón.

Pero la trascendencia de este corto va más allá del nacimiento de dos de los personajes más populares de la animación, ya que además supone la primera colaboración de una pareja que revolucionaría el concepto de animación durante décadas: William Hanna y Joseph Barbera.

Tom y Jerry protagonizarían más de 100 películas, 13 de las cuales lograron la nominación al Oscar, premio que se llevaron nada menos que en siete ocasiones, hito sólo igualado por las Silly Symphonies de la Disney:
  • The Yankee Doodle Mouse, en 1943, que incorporaba una cierta temática bélica a la serie en un momento en pleno apogeo de la Segunda Guerra Mundial.
  • Mouse Trouble en 1944.
  • Quiet please! en 1945:


En 1957 la Metro decidió cerrar su estudio de animación. La presión de la televisión había hecho bajar la recaudación y el estudio reaccionó cortando por lo sano. Tres años después daría marcha atrás y volvería a producir cortos de animación, pero Hanna y Barbera habían volado ya por su cuenta abriendo su propio estudio.

En cuanto a la Disney, que durante la década de los 30 había acaparado los mayores éxitos en el género de los cortometrajes de animación, no volvió a levantar cabeza en este campo. La huelga de los trabajadores de animación de principios de los 40 afectó de forma muy importante a este estudio cuyo dueño, el gran Walt Disney, no destacaba precisamente por su sensibilidad ante los problemas de los trabajadores. La carestía económica durante la Guerra y el hecho de que las distribuidoras empezaran a prescindir de los cortometrajes en las salas de cine hicieron el resto. La Disney abandonó el género que tantos éxitos le había proporcionado y decidió centrarse en la producción de largos.

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3 de agosto de 2008

Pixar again

Ya falta menos. En unos días habrán estrenado al fin la última película de Pixar. Me muero de ganas. El listón lo plantaron bien alto con el entrañable Remi de Ratatouille, sin duda uno de los mejores guiones del cine reciente. ¿Lograrán superarse a sí mismos nuevamente? La cosa promete. De momento, Wall-E ha saltado al primer puesto del ranking de películas de animación en la IMDB superando a la maravillosa El viaje de Chihiro.

Seguro que ya han visto el trailer, pero me gusta tantísimo la expresividad de nuestro pequeño protagonista que no me canso de verlo. Ya quisieran muchos actores.



Lo que sí he visto esta tarde es Presto, el corto que acompaña a la película. Un brillantísimo homenaje a la (otra) época dorada de la animación, con numerosos guiños y referecias para el espectador. No se lo pierdan porque no recuerdo cuándo fue la última vez que me reía tanto con un corto. Pixar ha obligado a retirarlo de You Tube y otros portales de streaming, pero en Llámame Lola proporcionan una vía alternativa para hacerse con él.

18 de agosto de 2007

Liszt in the cartoons

(Este post pertenece a la serie Grandes (y pequeños) momentos de la animación. Quizás te interesen la anterior entrada o la siguiente entrega.)

Como ya se vio en dos posts anteriores, la relación entre la música y la animación ha resultado algo más que intensa a lo largo de la historia de esta última. Hoy les traigo una serie de cortos que giran en torno a una de las piezas más versionadas en el mundo del cartoon: la Rapsodia Húngara, número 2, de Franz Liszt, la cual, debido a su popularidad y la dificultad de su interpretación, ha ofrecido una base impagable para un sinfín de gags.

La primera de las adaptaciones, al menos que yo tenga noticia, data de 1929 y se titula The Opry House, un rudimentario corto en blanco y negro, no exento de encanto, del maestro Disney:



En 1941, la Warner Bros realiza la primera de sus adaptaciones, Rhapsody in the rivets, una original propuesta que acompasa la composición de Liszt con la construcción de un rascacielos.



Esta película estuvo nominada al Oscar al mejor corto de animación, premio que obtuvo Lend a paw de la Disney, técnicamente bastante más pulido pero cuyo guión quizás no sea tan original.

Cinco años más tarde, en 1946, surgiría una de las controversias más sonadas en la historia de la animación con el estreno, casi simultáneo, de dos cortos con grandes semejanzas argumentales de dos productoras rivales: la Warner y la Metro. Ambas se acusaron mutuamente de plagio y la proyección de los dos films en la ceremonia de los Oscars de ese año dio lugar a una morbosa expectación. Al final, se llevó el gato al agua el corto de la Metro, The cat concerto, todo un clásico de la serie Tom y Jerry:



Sin restarle ni un ápice de su innegable calidad, yo me quedo, sin embargo, con la versión de la Warner, Rhapsody Rabbit, uno de los pocos cortos en los que Bugs no es el que hace la puñeta:


Y dando un enorme salto temporal, encontramos otra magnífica adaptación en 1988. En este caso, no se trata de un corto sino de un pequeño cameo de los dos patos más ilustres de todos los tiempos, Donald y Duffy (o Lucas, como se le conoció en España), en la gran ¿Quién engañó a Roger Rabbit?:



Por último, y más por completar el post que porque sea un corto que me guste realmente, en 1990 la Warner realizón para sus insulsos Tiny Toons este C flat or B sharp:



(Este post pertenece a la serie Grandes (y pequeños) momentos de la animación. Quizás te interesen la anterior entrada o la siguiente entrega.)

31 de julio de 2007

The rabbit of Seville

(Este post forma parte de la serie Grandes (y pequeños) momentos de la animación. Quizás te interesen también la entrada anterior o la siguiente entrega.)
 
Y seguimos con un repaso a los mejores cortos de animación de la historia. Y seguimos, cómo no, con los homenajes de la Warner a la ópera. De nuevo, Bugs Bunny y Elmer a ritmo operístico, esta vez con el bellcantismo de Rossini. Y, como ocurría en el corto What's opera, Doc?, el tema principal aparece trufado con fragmentos de La marcha nupcial de Mendelssohn y Las bodas de Figaro de Mozart.



Cinco años antes, en 1944, esta ópera ya había tenido una adaptación al cartoon con The barber of Seville, en donde el pájaro loco interpreta el conocidísimo "Largo al factotum". Este corto, en mi opinión, no es tan brillante como el anterior, pero no deja de tener su aquel.



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15 de julio de 2007

What's opera, doc?

(Con este comienzo una serie de post titulada "Grandes (y pequeños) momentos de la animación". Si te ha interesado, quizás quieras leer la siguiente entrega.)

A través de Drawn! he sabido que el miércoles pasado cumplió 50 años el que según mucho es el corto de animación mejor producido de la historia. Bugs Bunny y Elmer se persiguen del modo habitual al ritmo de conocidos fragmentos de El holandés errante, La Valkiria, Sigfrido y Tanhäuser. Todo un homenaje al gran Wagner y, por extensión, a la ópera.

Que lo disfruten.




(Con este comienzo una serie de post titulada "Grandes (y pequeños) momentos de la animación". Si te ha interesado, quizás quieras leer la siguiente entrega.)

2 de abril de 2007

Llega Pocoyo

A través de Draw! he dado con Pocoyo. Se trata de una serie pensada para bebés y niños de preescolar que está haciendo furor en medio mundo. Los Teletubbies eran espantosos, pero les encantaban a los niños. Pocoyo en cambio, entra por los ojos nada más verle. Juzguen ustedes mismos:



Creo que La 2 ha comenzado a emitir sus episodios. Por cierto, Pocoyo está realizado por la productora Zinkia, que tiene su sede en Madrid y Pekín. Entre Pocoyo y el fenómeno Lunnis parece que vamos a convertirnos en una potencia mundial del entretenimiento infantil :-p

6 de febrero de 2007

Kiwi!!

Vía Mike Bonales, he llegado al corto de animación más hermoso (y triste) que he visto en años:

6 de julio de 2006

La linea

Durante la década de los 70, las televisiones de media Europa emitían una serie de cortometrajes sobre un simpático personaje construido a partir de una única línea continua. La serie, creada por Osvaldo Cavandoli "Cava", había nacido a raíz de una campaña publicitaria de la firma italiana Langostina. Los spots tuvieron tanto éxito que pronto el Señor Linea inició su propio camino a lo largo de cientos de aventuras narradas con una economía de medios y una capacidad expresiva asombrosas.
Que yo sepa, esta serie de animación no llegó a emitirse en España (que alguien me corrija si me equivoco), pero gracias a Internet podemos disfrutar hoy en día de esta obra maestra de la animación. Basta con realizar una búsqueda en YouTube o visitar este enlace de TV5.