24 de marzo de 2006

¡Te casas!

Hoy es un día grande, nene: ¡te casas! Con la de tiempo que hemos pasado juntos, la de cosas que compartimos y que peleamos. Apenas puedo creer que estemos ya hoy aquí, tan pronto. Porque el tiempo se escapa como el aire y me parece que fue ayer cuando hacíamos guerras de pies en el suelo de tu cuarto. O cuando luchábamos, escoba en riste, por la cochera del abuelo. ¿Recuerdas?
No te lo puse fácil, no. Ser el hermano pequeño supone siempre jugar en desventaja, avanzar por un camino ya explorado tratando de encontrar tu propia senda. Pero lo encontraste, vaya si lo encontraste. Y te vi, orgullosa, crecer, madurar y ser tú mismo. Separarte con paso firme de esa pegajosa influencia de hermana mayor con la que tuviste que aprender a lidiar.
Y luego llegó Adri. Tan dulce, tan cariñosa. Con su asombrosa asertividad, su pasión por la vida, su fervor por la docencia, su responsabilidad ante el trabajo. Y te vi feliz.
Hoy os casáis. Es un día grande, nene. Y aquí estoy yo, igualmente feliz, buscando las palabras adecuadas. Qué responsabilidad... y qué halago al mismo tiempo. He pasado meses leyendo, escarbando, intentando encontrar ese texto especial que leería hoy aquí. Tras cientos de poemas, al final me decidí: ¿qué mejor que un bello tango para vosotros que amáis el baile? Así pues, aquí para vosotros, esta bella canción de Jorge Caldara y Mario Soto.

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