20 de febrero de 2011

El robo del DNI (sigo en mis trece)

Hace unas semanas, me robaron el DNI. Todo lo que ha ido pasando lo he ido contando aquí y aquí

En la entrada anterior nos quedamos en mi determinación de intentar que alguien me escuchara para solucionar este problema -gordísimo- que nos puede suponer a cualquiera extraviar el DNI (si no se lo creen, echen un vistazo a esto). Algunos de los caminos que he emprendido parecen llevar a vía muerta, aunque ya veremos, porque nunca se sabe.

En primer lugar, he decir que el banco sigue sin devolverme el dinero (aclaraciones sobre este tema, aquí). No estoy preocupada: la ley me ampara, así que me lo van a tener que devolver necesariamente. Cada banco tiene sus propios procedimientos ante estos casos y algunos tienden a hacerse los perezosos. Lo que sí estoy es cabreada. Y mucho. Los bancos son lugares en los que uno confía para que custodien su dinero y este ha fallado estrepitosamente. Además está tardando en reconocer su error y enmendarlo, por lo que mi banco no solo proporciona un servicio lamentable sino que además no tiene la menor prisa por solucionarlo. Si esta semana no está resuelto el problema, mi siguiente paso será enviar una reclamación a la OCU. Además, una vez se cumplan dos meses desde la reclamación que presenté en el servicio de atención al cliente del banco, puedo extender mi queja al Banco de España. 

Por lo que respecta al otro tema, lo de tratar de evitar que el DNI, como objeto físico, no pueda ser revocado de alguna manera, me he puesto en contacto con diferentes instancias para tratar de ser escuchada. Como ya he dicho en post anteriores, ya no se trata de mí, sino de todos los ciudadanos de este país, de intentar cerrar una puerta abierta al delito y hacer que todos estemos un poco más seguros ante el hurto de nuestra documentación.

El primer paso que decidí dar fue enviar un escrito al Ministerio del Interior a través de su Sede electrónica. Para todos aquellos que no lo sepan, desde la reciente Ley 11/2007, las Administraciones están obligadas a ofrecer una dirección electrónica desde la que poder realizar cualquier trámite o comunicación con esa Administración (tienen en la web del CENATIC más detalles sobre qué es una Sede electrónica). Así pues, realicé un escrito contando mi caso y explicando mi idea de establecer un servicio público de cotejo entre número de DNI y número de expedición y se la remití al Ministerio a través de su buzón de sugerencias. A los dos días recibí una respuesta en la que me indicaban que habían transferido mi sugerencia a la Dirección General de la Policía y la Guardia Civil. No he vuelto a tener noticias de este tema.

Escribí mi sugerencia al Ministerio del Interior sabiendo que más que probablemente iba a ser una vía muerta. No sé cómo se gestiona el buzón de sugerencias, pero intuyo que estas le llegan a un funcionario de la escala Auxilar Administrativa. Este responde en función de los protocolos establecidos para cada trámite, pero en el caso de escritos como el mío lo único que puede hacer es tratar de encaminarla hacia el departamento competente. Es más que probable que el auxiliar de la Dirección General de la Policía no haya sabido qué hacer con ella y en este punto dependo más de su voluntarismo para mover el tema que de otra cosa. No obstante, creo que era un paso que había que dar, puesto que todo esto resulta interesante como ejercicio para comprobar las dificultades de cualquiera de nosotros para hacernos oír. A veces lo difícil no es que te escuchen, sino encontrar al interlocutor válido. Y en ello estoy.

Además de la vía administrativa, también me parecía interesante intentar la vía política. Al fin y al cabo, esto es una democracia representativa y se supone que deberíamos poder interpelar directamente a nuestros representantes. Con esta idea en la cabeza, me metí en la web del Congreso de los Diputados, busqué la Comisión de Interior y me hice con los datos de todos sus miembros. Soy de la opinión de que, independientemente de lo que hayamos votado, los Diputados nos representan a todos así que cogí el contacto de todos ellos, sin mirar el color de su escaño, puesto que además mi propuesta está absolutamente desideologizada. 

El resto se lo cuento en próximos días, que el post ya está siendo demasiado largo y ya se sabe que los post largos nadie se los lee. Eso sí, antes de despedirme, les dejo un par de enlaces interesantes que vienen al caso:
Seguiremos informando del culebrón.


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