1 de febrero de 2022

Silbidos, lenguas de signos y emoticonos

Ando estos días leyendo -entre otra docena de libros- "No duermas, hay serpientes". Vida y lenguaje en la Amazonia, de Daniel L. Everett (disponible aquí). Aún no tengo una opinión formada sobre el libro, pero al menos me está haciendo reflexionar sobre numerosos temas relacionados con el lenguaje.

Daniel Everett se trasladó con su familia al Amazonas profundo con el fin de evangelizar a los indios pirahā. Como digo, aún no lo he terminado, pero por lo que llevo parece que más que enseñarles la vía cristiana a ellos, fueron los pirahā los que acabaron imbuyendo al misionero con su cosmovisión.

En cualquier caso, uno de los aspectos más interesantes de la historia es el relativo al idioma de los pirahā. Everett tiene formación lingüística y conoce la teoría de Chomsky de la existencia de una estructura lingüística subyacente y común a toda la humanidad que se encuentra en potencia en nuestros cerebros al nacer y que desarrolla unos u otros rasgos en función de nuestra exposición a la lengua de nuestros padres. Sin embargo, conforme Everett se va adentrando en el conocimiento de la lengua pirahā, empieza a encontrar en esta características que contradicen la teoría de Chomsky.

No me voy a detener en esto y la subsiguiente controversia sobre si la teoría de Chomsky es o no válida o si los hallazgos de Everett llegan o no a contradecirla (aunque no descarto intentar escribir un post algún día). Lo que quería contar es que, entre las peculiares características de la lengua pirahā está la de que tiene su propio sistema de comunicación mediante silbidos:

En el vídeo afirman que el pirahā, además de hablarse y cantarse, también se silba. No creo que sea correcto afirmar esto, sino que más bien habríamos de decir que, entre las lenguas que utilizan los pirahā, tienen una hablada y otra silbada. De hecho, tenemos un ejemplo equivalente muy cercano: el silbo gomero (y estoy segura que a nadie se le ocurre en este caso decir que el español se habla y se silba).

Lo que me interesa de ambos casos es que, aunque las lenguas silbadas se tratan de hecho de lenguas diferentes de sus hermanas habladas, al nacer y desarrollarse en la misma cultura que estas -y por tanto venir a resolver las mismas necesidades comunicativas- resultan fácilmente trasladables de una -la hablada- a la otra -la silbada- o viceversa, razón por la cual en el primer vídeo llegan a decir erróneamente que es la misma lengua. 

Ocurre algo semejante con las lenguas de signos. Los profanos tienden a pensar que al aprender lengua de signos van a ser capaces de entenderse con cualquier hablante del mundo que sepa signar. Pronto se topan con la realidad: cada lengua de signos es diferente y, de hecho, existen variedades geográficas dentro de un mismo grupo de lengua signada, al igual que existen variantes dialectales en la lengua hablada.

"Ya se podían haber puesto de acuerdo para estandarizarlas", me dijo una vez un
compañero en un curso de lenguaje bimodal. Pues no, querido, porque la única manera de estandarizar una lengua es creándola de forma artificial completamente desligada del uso (hola, esperanto). Además, cuando la lengua se usa se convierte en algo vivo, por lo que desde el primer momento se encuentra sometida a corrientes centrípetas que, con el uso y el paso del tiempo, darán lugar a variedades locales que finalmente pueden llegar a convertirse en lenguas autónomas.

La lengua, como elemento comunicativo, está fuertemente influida por el entorno, la cultura, la sociedad y la propia idiosincrasia del hablante. Es lo que denominamos el "habla", que es la manera propia de cada uno, frente a la "lengua", que constituiría algo así como la imagen fija e ideal que comparten entre sí los hablantes de en un momento y lugar concreto.

Aunque desde que existen los emojis todo el mundo parece haberse olvidado de los emoticonos (confieso que yo aún los uso esporádicamente), hace tiempo que andaba detrás de contar que también en los emoticonos existen diferentes lenguas en tanto en cuanto que, pese a lo que nos diría la intuición, en Asia se emplean emoticonos totalmente distintos que en occidente: si en Europa empleábamos :) o :-) para la sonrisa, un chino solía emplear (^_^); mientras que nuestro enfado :-( se vuelve T_T.

Y, bueno, hasta aquí por hoy.

Fuentes para los emoticonos: 

  • http://adbroad.blogspot.com/2008/10/if-you-are-in-china.html  
  • http://www.oftwominds.com/blogs/asian-emoticons.html

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