3 de febrero de 2022

A vueltas con el pirahā

En el post de ayer ("Silbidos, lenguas de signos y emoticonos") ponía en duda la afirmación de que la lengua pirahā se pudiera silbar, ya que consideraba que la forma de comunicación mediante silbidos que emplean los pirahā constituye una lengua diferente de la hablada. Sin embargo, al continuar con la lectura de 'No duermas, hay serpientes'. Vida y lenguaje en la Amazonia, ahora tengo serias dudas sobre mi afirmación. 

Sostiene Daniel Everett que el pirahā cuenta con canales del discurso que no existen en otras lenguas:

En pirahā existen cinco canales, y cada uno de ellos desempeña una función cultural única: silbido, tarareo, canturreo, grito y tono normal.

Al leer esto, mi primera reacción fue arquear la ceja con escepticismo. ¿Cómo que canales? Hablar a diferente volumen difícilmente puede considerarse un canal. Sin embargo, prosigue su explicación indicando cómo cada una de estas modalidades implican ciertas modificaciones. Es decir: no se trata de cambiar de volumen, sino que los sonidos emitidos para comunicar un mismo concepto son diferentes en cada caso. Así, describe cómo una mujer le va describiendo fotos de revistas a su pequeño tarareando una melodía rítmica mientras da de mamar a su pequeño. Según Daniel, los pirahā tararean en contextos íntimos o de confidencias, entre otras cosas porque su lengua, al ser tonal, no puede susurrarse.

En el caso del grito, nos aclara:

El grito consiste en emplear la vocal a, o las vocales originales de las palabras que se pronuncian, más las consonantes k o x (la oclusión glótica), para emitir la modalidad musical de la lengua, es decir, su tono, sus sílabas y su acento.

Describe, a continuación, cómo presencia una conversación mediante silbidos cierta vez que les acompañó en una jornada de caza.

Como decía, leyendo todo esto le he empezado a dar vueltas al tema de los límites entre lengua y canal, a si el silbido de los pirahā o el silbo gomero son lenguas autónomas, sistemas de sustitución de la lengua matriz o variantes dialectales de esa misma lengua. Y, al parecer, he topado con uno de esos temas controvertidos en los que las fronteras están difusas y no parece haber un consenso claro (como  ejemplo, el artículo "El silbo gomero, ¿una lengua o sistema de comunicación derivado?").

Quizás el quid está en los procesos internos que el hablante realiza inconscientemente al usar el silbido como medio de comunicación. ¿Piensa en la lengua matriz y traduce o por el contrario existen en su cerebro referentes almacenados que se trasladan directamente a formas silbadas? Ni el artículo ni mucho menos el libro de Everett lo aclaran, pero me da que pensar.

En cualquier caso, tirando del hilo, he encontrado información sobre otras lenguas (o canales de lenguas) silbadas. En general, parecen ser utilizadas fundamentalmente por hombres y tienen en común ser propias de lugares agrestes donde la capacidad de comunicarse a grandes distancias supone una ventaja competitiva. Así, por ejemplo, en el estado mexicano de Oaxaca, encontramos un conjunto de variedades silbadas de la lengua lalana chinanteca (el vídeo es algo largo, pero muy interesante):



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