Si hiciéramos una encuesta preguntando por el mejor olor del mundo, estoy 100% segura de que aparecerían en algún lugar de la lista cosas como el pan o el café recién hechos, la hierba recién cortada, algún guiso de nuestra infancia o el de la lluvia cuando comienza a mojar la tierra.
Pues hoy me he enterado de que ese olor, el de la lluvia, tiene un nombre: petricor.
Estamos de acuerdo en que «petricor» (‘olor a lluvia’) es un término precioso, ¿no? Pues su etimología lo es más aún: procede del griego «petra» ‘piedra’ e «īchōr», que hacía referencia al líquido que fluía por las venas de los dioses griegos. pic.twitter.com/gCMcjDI5PM
— La Letroteca (@laletroteca) February 20, 2022
Aún no está incorporado al DLE de la RAE -cosa lógica, por otro lado, ya que este recoge la lengua en uso y me da que prácticamente nadie utiliza petricor.
El caso es que el petricor se origina por una molécula llamada geosmina que es producida, entre otras, por esta bonita bacteria llamada Streptomyces coelicolor:
Streptomyces coelicolor |
La bacteria es una de las más estudiadas a pesar de que no produce enfermedades conocidas. Más bien al contrario: es bastante útil, ya que se emplea para sintetizar varios tipos de antibióticos y antifúngicos, así como para generar transgénicos mediante la técnica del ADN recombinante.
Molécula de geosmina |
¿Y cuál es el motivo de que se genere geosmina cuando llueve? El celuloide de Avogadro cuenta en esta entrada que se cree que determinadas plantas secretan una serie de aceites en épocas de sequía que son absorbidos por la tierra y que hipotéticamente inhiben la germinación de semillas con el fin de disminuir la competencia en épocas de escasez. Cianobacterias y bacterias como la Streptomyces coelicolor procesan esos aceites y generan geosmina, la cual acaba dispersándose en forma de aerosol al caer las gotas de lluvia sobre el terreno.
El olfato humano es altamente sensible a la geosmina, de ahí que seamos capaces de percibir el petricor con tanta facilidad en cuanto caen unas gotas de lluvia. Pero al parecer no somos los únicos, ya que existe literatura científica que plantean que la percepción de la geosmina es determinante para que determinadas especies que viven en zonas semiáridas encuentren brotes vegetales. También se han encontrado emanaciones de geosmina en algunas plantas carnosas, lo que podría ser una estrategia para atraer herbívoros e insectos y facilitar así la polinización.
Al final, de un simple tweet he acabado hilando una cosa tras otra. No sé qué hacía yo antes de que existiera Internet ;-)
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