9 de julio de 2010

David Simon, sobre The Wire

Ese genio llamado David Simon escribe, en el prólogo de un interesantísimo libro de ensayos sobre The Wire que me acaban de regalar (mil gracias, mi N.), lo siguiente:
Después de todo, a excepción de los santos y los sociópatas, son muy pocos los terrícolas que presentan algo más que no sea una confusa y corrupta combinación de motivaciones personales, casi todas egoístas y algunas incluso hilarantes. El personaje es esencial a una buena ficción, y la tema es igual de fundamental. Pero, en ultima instancia, la narrativa que habla de nuestra vida cotidiana, que lidia con la realidades y contradicciones básicas de nuestro mundo inmediato, es la que, al final, tiene algunas probabilibdades de presentar una argumentación social, e incluso política. Y, siendo sinceros, The Wire no intentó solamente contar un par de buenas historias; sobre todo, buscó... pelea.
En este sentido, The Wire no versó realmente sobre Jimmy McNulty, Avon Barksdale, Marlo Stanfield, Tommy Carcetti o Gus Haynes. Ni fue tampoco una serie sobre crímenes, castigos, guerra al narcotráfico, o sobre la política, la raza, la educación, las relaciones laborales o el periodismo.
Es una serie sobre la Ciudad.
Unas decenas de páginas más allá, continúa:
Otra razón por la que esta seria puede parecerdistinta a otras muchas es porque uestro modelo no es tan shakesperiano como otros productos de primera línea de la HBO. Los Soprano y Deadwood, dos series que por cierto admiro bastante, me recuerdan mucho a Macbeth, Ricardo III o Hamlet en el sentido de que hacen un particular hincapié en la angustia y maquinaciones de los personajes principales, Tony Soprano y Al Swearengen. Buena parte de nuestro teatro moderno parece basarse en el descubrimiento de la mente moderna que llevó acabo Shakespeare. Pero nosotros nos inspiramos en otro modelo anterior y menos elaborado: los griegos; es decir, que nuestra línea temática se abreva masivamente en Esquilo, Sófocles y Eurípides en cuanto que nuestros protagonistas están marcados por el destino y se enfrentan a un juego previamente amañado y a su radical condición de mortales. [...]
The Wire es una tragedia griega en la que el papel de las fuerzas olímpicas lo desempeñan las instituciones postmodernas y no los dioses antiguos. El Departamento de Policia, la economía de la droga, las estructuras políticas, el sistema educativo o las fuerzas macroeconómicas son los que arrojan ahora rayos jupiterinos y dan patadas en el culo sin ninguna razón de peso.
A riesgo de resultar pesada, ¡¡¡tienen que ver The Wire!!! Y, ya lo saben, sean curiosos y felices ;-)

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Lo intentaré. Hace tiempo que oigo hablar de esta serie. ¿La dan en algún canal?

lopezsanchez dijo...

Son cinco temporadas. La quinta aún no se ha emitido en España, pero estoy segura de que llegará en breve. Que yo sepa, solo se ha emitido en cadenas de pago (la Fox, si no me equivoco). En cualquier tienda de DVD están las cuatro primeras temporadas. Y en muchos sitios de alquiler de DVD también.
Por cierto: The Wire es como un novelón del siglo XIX. Empieza a contarnos cosas que parecen minúsculas y a presentarnos a un sinfin de personajes aparentemente sin importancia. Durante los primeros episodios parece que no ocurre nada, que todo es gratuito y no sabemos muy bien adónde nos va a llevar. Hay que tener paciencia. Merece la pena -¡y cómo!- y todo lo que se nos cuenta tiene un por qué. Pero como ya dije en un post anterior es una serie de digestión lenta, sin grandes misterios ni finales de capítulo llenos de intriga por lo que va a ocurrir.