31 de julio de 2008

Bjarke Ingels

Si el otro día comencé una serie de reflexiones completamente subjetivas y opinables acerca de arquitectura no fue sino debido a este artículo sobre Bjarke Ingels aparecido en El País. Me doy cuenta de que desde hace un tiempo suelo reaccionar más o menos del mismo modo cada vez que algo me llama la atención por el motivo que sea:
  1. "Oh, tengo que mencionar esto en mi blog."
  2. "Mmm, interesante, tengo que investigar un poquito más antes de escribir."
  3. "Ops, cuánto que decir y que opinar. Tendré que escribir una serie de post."
  4. "Uuuf, qué pereza, dejémoslo para otro día."
Teniendo en cuenta que el día en que repartieron la curiosidad en La Tierra debía estar todo el mundo de vacaciones excepto yo, este proceso que acabo de narrar lo experimento unas diez o doce veces a la semana. Al final la consecuencia es que escribo muchísimo menos de lo que me gustaría sobre muchísimos temas menos de los que yo querría. Y que me salen unos post prolijos y llenos de divagaciones. Qué le vamos a hacer. Dispersa que es una.

Vuelvo al tema. Lo primero que me encontré cuando topé con el mencionado artículo sobre Bjarke Ingels es la foto de este edificio que ha proyectado en Dubai. Pffffff, mal empezamos. Vale que no es más que una infografía de presentación del proyecto y que se trata de Dubai, el paraíso de la desmesura y la insensatez arquitectónica, pero esto del edificio del revés pintaba mal.

Ya me había picado la curiosidad, así que sigo leyendo a ver si me cuentan si la extravagancia se basa en algo más que en el hecho de que en Dubai solo tiene cabida el exceso. Mmm, veamos: "Trata de darle la vuelta al antieconómico rascacielos americano". No cuela. Sí, le da la vuelta -es evidente- pero dudo muchísimo que esta solución sea más económica. Seguimos: "fachadas rehundidas para evitar la incidencia de los rayos solares", bueno, podría valer, "amplia superficie sombreada en la calle", indudablemente cierto, "la mayor cantidad de volumen construido se encuentra en la parte más alta, allí donde el precio de venta es mayor", ay, ay, que ya vamos mal. Ya puestos, hagamos un edificio volante y nos ahorramos el coste del suelo, juas, juas. A estas alturas ya me está empezando a sonar todo al típico arquitecto mediático, con poco rigor arquitectónico y mucho marketing. El resto de la explicación me suena a filosofía barata para vender el proyecto como sea -la reconozco al instante: la empleo muchísimo :-)-. Además, el edificio me resulta feo de narices, así que me pongo a investigar en la web.

Así que allá que me meto en su la web de BIG, su estudio de arquitectura. La primera sorpresa es la enorme cantidad de proyectos que tiene colgados -probablemente todos los realizados por el estudio-, accesibles para el público como debe ser y tremendamente didácticos y claros a la hora de mostrar el trabajo y la filosofía de BIG. Con esto, la verdad, me fue ganando muchos puntos. Más aún después de la cantidad de tiempo que me ha tenido entretenida curioseando entre los proyectos, lo cual demuestra que dejarse llevar por la primera impresión nunca es buena política.

Y, bueno, mi opinión final acerca de Bjarke Ingels es -siempre desde mi más absoluta y subjetiva ignoracia- es ambivalente. La mayor parte de sus proyectos me resultan megalómanos y un pelín histriónicos. Ahora bien, entre ellos he encontrado unos cuantos que así, sin profundizar, me fascinan.

En especial, me seduce el proyecto del Holbaek Kasba, un desarrollo de viviendas en la ciudad danesa de Holbaek. Me gusta mucho el estudio estructural y la forma en la que van encajando los módulos que componen las distintas viviendas de forma que se asegure que todas ellas dispongan de una zona con vistas desahogadas al tiempo que se garantiza la intimidad.







En definitiva, mi consejo -como siempre- es que le echen un buen vistazo a la web de BIG y decidan ustedes mismos.

He buscado en You Tube y he encontrado una entrevista con Bjarke Ingels:


Sobre esta entrevista, un par de cositas:
  • Lo de los Lego parece ser toda una tendencia en la arquitectura actual. Lo he visto ya en otras ocasiones en proyectos de jóvenes arquitectos. ¿Se estudiará en un futuro esta época como la Etapa Legoísta? :-P
  • No estoy en absoluto de acuerdo con eso de que un edificio es independiente del entorno y, por tanto, un proyecto es perfectamente trasladable de un lugar a otro.
  • Si alguien tiene curiosidad acerca del caso que Bjarke pone ejemplo de proyecto trasladado con éxito de lugar se trata del proyecto Ren.

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