22 de febrero de 2007

Mañanita de paseíto por ARCO 2007 (y 2)

(Viene de aquí)


  • En pintura "tradicional" (vamos, la que se pinta sobre lienzo), una cierta vuelta a lo figurativo por un lado y por otra la misma abstracción de siempre. Cuando se trata de vender, no hay nada como apostar por valores seguros: Sempere, Canovar, Guerrero, Ginovart, Mompó, Barceló y, por supuesto, Tapies con su magnífico manejo de la textura pictórica. No aportan nada nuevo aquí, pero los maestros siguen siendo los maestros.

  • El país invitado este año era Corea. Bastante interesante lo que se pudo ver allí. Mucha fotografía y pintura muy pop con cierta tendencia hacia lo naïf. Quizás alguna cosa rayaba en lo kistch observado desde el sentido estético occidental, pero en general se dejaba ver.
  • Como de costumbre, abundaban los experimentos y las instalaciones, eso que muchos dudan de calificar como "arte". Las nuevas tecnologías van pesando cada vez más y al arte conceptual de siempre se añaden nuevos soportes. Especialmente interesante era el stand de Telefónica con la muestra de obras seleccionadas para su Certamen de Arte y Vida Artificial. Aquí, por ejemplo, un pequeño vídeo que tomé de la obra Waves, de Daniel Palacios Jiménez.

  • Me fastidia especialmente la falta de cuidado a la hora de exponer las obras. Resultaba imposible averiguar el título o el autor de muchas de ellas. Comencé intentando tomar notas para este par de post, pero renuncié antes de volverme loca.
  • El premio al mayor éxito absurdo se lo doy a un tipo al que le ha dado por crear esculturas con chicles. Había obras suyas en varias galerías y en general tuvo bastante aceptación entre el público. A mí, la verdad, no me gustó nada, pero para gustos los colores. Aquí les dejo un ejemplo del tipo de esculturas de este hombre:

Y, bueno, en fin, una mañana agotadora y entretenidísima. Y muy recomendable (espero volver a vencer a mi pereza el próximo año). No es que uno vaya a redescubrir la rueda. Si acude a ARCO creyendo que por fin desentrañará los siete misterios del arte contemporáneo, lo mejor es que se quede en casa. Ahora bien, si se dedica a pasear sin prejuicios, parándose sólo en lo que le llame la atención y predispuesto a dejarse sorprender, seguro que disfruta la visita. Los niños lo pasan bomba mirando, tocando, curioseando, porque ellos están libres de prejuicios culturales y no precisan entender las cosas.

Por cierto, al hombrecito de la foto le estaba echando un broncazo el tipo del vídeo de agárrate y no te menees. Se me ocurre más de un jefe al que le regalaría yo esto. Sean felices ;-)

2 comentarios:

Fernando J. López dijo...

gracias por el paseo ;-)

lopezsanchez dijo...

Uy, Ci, cuando quieras te saco de paseíto :-)