Algunas veces sucede que parodia y parodiado se funden en un todo hasta el punto de que el personaje real acaba resultando más paródico que su imitación. El personaje creado por el imitador cobra entidad propia transformando para siempre nuestra visión del personaje original. La Igartiburu de Paco León, el Jaime Peñafiel de Carlos Latre, muchos de los Guiñoles del antiguo Canal Plus son tan solo unos ejemplos.
El vídeo de esta semana no es especialmente cutre. No pasará desde luego a los anales del videoclip, pero tampoco es tan espantosamente malo como el de Rafaella de la semana pasada. Tiene, sin embargo, un airecillo -buscado o no- de autoparodia que me ha llevado a seleccionarlo. Y es que me llevó un rato dilucidar si se trataba de un vídeo auténtico o de un ejemplo más de la genial parodia de Jaime Urrutia que crearon los Martes y trece. Y es que el hilo que separa la autoparodia consciente del ridículo inconsciente puede ser a veces muy fino.
El vídeo de esta semana no es especialmente cutre. No pasará desde luego a los anales del videoclip, pero tampoco es tan espantosamente malo como el de Rafaella de la semana pasada. Tiene, sin embargo, un airecillo -buscado o no- de autoparodia que me ha llevado a seleccionarlo. Y es que me llevó un rato dilucidar si se trataba de un vídeo auténtico o de un ejemplo más de la genial parodia de Jaime Urrutia que crearon los Martes y trece. Y es que el hilo que separa la autoparodia consciente del ridículo inconsciente puede ser a veces muy fino.
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2 comentarios:
como mola la barba de resines apareciendo y desapareciendo
otro músico que se resiste a una jubilación digna
(suspiro y recuerdo nostálgico del grandísimo Que Dios reparta suerte)
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