¿Qué es el bien? A menudo se dice que es un pensamiento y, ligado a este pensamiento, una acción que conduce al triunfo de la humanidad, o de una familia, una nación, un Estado, una clase, una fe.Aquellos que luchan por su propio bien tratan de presentarlo como el bien general. Por eso proclaman: mi bien coincide con el bien general, mi bien no es solo imprescindible para mí, es imprescindible para todos. Realizando mi propio bien persigo también el bien general.Así, tras haber perdido el bien su universalidad, el bien de una secta, de una clase, de una nación, de un Estado asume una universalidad engañosa para justificar su lucha contra todo lo que él conceptúa como mal.Ni siquiera Herodes derramó sangre en nombre del mal: la derramó en nombre de su propio bien. Una nueva fuerza había venido al mundo, una fuerza que amenazaba con destruirle a él y a su familia, destrozar a sus amigos y favoritos, su reino, su ejército.Pero no era el mal lo que había nacido, era el cristianismo. [...]
¿Qué aportó a los hombres esa doctrina de paz y armonía?La iconoclastia bizantina, las torturas de la Inquisición, la lucha contra las herejías en Francia, Italia, Flandes, Alemania, la lucha entre protestantismo y catolicismo, las intrigas de las órdenes monásticas, la lucha entre Nikón y Avvakum, el yugo aplastante al que fueron sometidas durante siglos la ciencia y la libertad, las persecuciones cristianas de la población pagana de Tasmania, los malhechores que incendiaron en África a los pueblos negros. Todo esto provocó sufrimientos mayores que los delitos de los bandidos y criminales que practicaban el mal por el mal...Ese es el terrible destino, que hace arder al espíritu, de la más humana de las doctrinas de la humanidad; esta no ha escapado a la suerte común y también se ha descompuesto en una serie de moléculas de pequeños "bienes" particulares.
Vida y destino, Vassili Grossman, 1959.
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