El otro día puse la radio en el coche al volver de la oficina y me encontré una estupenda sorpresa. En Radio3, a eso de las 15 horas, radian una serie que merece la pena escuchar. Se trata de La vuelta al mundo en 80 libros y, según creo, también puede escucharse a través de Radio1. En cada programa nos proponen un viaje por diferentes obras de la literatura universal, a través de un pequeño hilo argumental adornado con breves lecturas dramatizadas de fragmentos. Una joyita.
Desde bien pequeña me ha gustado dormirme con la radio. Me encanta quedarme adormecida con el arrullo del locutor como si de un cuento se tratara. Es una sensación extraña y hermosa a la vez sentir cómo va llegando el sopor y cómo comienzan a mezclarse en nuestro sueño aquellos elementos y temas que estamos escuchando.
Y es que no me vale precisamente cualquier cosa. Ni tertulias, ni programas deportivos, ni de testimonios de gente anónima. No. Esa radio del día a día me aburre soberanamente. Siempre he perseguido como un cazatesoros esas pequeñas joyas radiofónicas que surgen de un guión bien escrito y meditado, que llevan un montón de horas de documentación detrás y que se realizan con el mimo artesanal de unos cuantos profesionales. Programas que, salvo pequeñas excepciones, sólo tienen cabida -y ello muy de vez en cuando- en la radio pública.
Hasta hace bien poco, descubrir un programa como La vuelta al mundo en 80 libros me hubiera supuesto un montón de carreras y problemas para tratar de coordinarme con la emisión del programa y lograr grabarlo para escucharlo por las noches. Afortunadamente, hoy existe Internet y RTVE hace un magnífico uso de este poniendo a disposición de todos cualquiera de sus programas de producción propia. Por supuesto, ya me he descargado todos los programas desde su web, algo que les recomiendo plenamente.
Pero no acaba aquí la cosa. Si a ustedes les gusta el cine, no deben -y esto es una orden- dejar de escuchar un programa mítico de Radio3: el Videodrome de Gregorio Parra. Esta serie no pasó de 80 programas. Cuando la guerra de Irak, hicieron dos programas marcadamente antibelicistas: "Guerra" y "Por una isla". Un par de semanas después lo retiraron de la programación. Por fortuna, un grupo de fans del programas se han dedicado a recopilarlos y ponerlos en Internet. Pueden -y deben- descargárselos en la página de Videodrome Radiotres.
Esta ha sido, probablemente, la serie de programas radiofónicos que más me ha gustado nunca. Tenía puestas varias alarmas en diversos relojes para que no se me olvidara correr a grabármelo en Minidisc cada jueves. Una semana no logré acudir a la cita y se me ocurrió escribir al equipo del programa preguntando si se podían consegir los programas en algún sitio. No era posible, pero a cambio me enviaron un CD con uno de los programas dedicados al cine de Godard.
En aquel momento me pregunté por qué no ponía RTVE a disposición de todos su riquísimo archivo audiovisual. En la actualidad, aunque falta muchísimo por hacer, la web de RTVE ofrece horas de precioso material de producción propia. En la sección de radio pueden encontrarse infinidad de programas estupendos pero, ya puestos, les voy a hacer otra recomendación: Documentos RNE.
En fin, esto es todo. No me dirán que no les pongo tarea. Sean curiosos y felices ;-)
Desde bien pequeña me ha gustado dormirme con la radio. Me encanta quedarme adormecida con el arrullo del locutor como si de un cuento se tratara. Es una sensación extraña y hermosa a la vez sentir cómo va llegando el sopor y cómo comienzan a mezclarse en nuestro sueño aquellos elementos y temas que estamos escuchando.
Y es que no me vale precisamente cualquier cosa. Ni tertulias, ni programas deportivos, ni de testimonios de gente anónima. No. Esa radio del día a día me aburre soberanamente. Siempre he perseguido como un cazatesoros esas pequeñas joyas radiofónicas que surgen de un guión bien escrito y meditado, que llevan un montón de horas de documentación detrás y que se realizan con el mimo artesanal de unos cuantos profesionales. Programas que, salvo pequeñas excepciones, sólo tienen cabida -y ello muy de vez en cuando- en la radio pública.
Hasta hace bien poco, descubrir un programa como La vuelta al mundo en 80 libros me hubiera supuesto un montón de carreras y problemas para tratar de coordinarme con la emisión del programa y lograr grabarlo para escucharlo por las noches. Afortunadamente, hoy existe Internet y RTVE hace un magnífico uso de este poniendo a disposición de todos cualquiera de sus programas de producción propia. Por supuesto, ya me he descargado todos los programas desde su web, algo que les recomiendo plenamente.
Pero no acaba aquí la cosa. Si a ustedes les gusta el cine, no deben -y esto es una orden- dejar de escuchar un programa mítico de Radio3: el Videodrome de Gregorio Parra. Esta serie no pasó de 80 programas. Cuando la guerra de Irak, hicieron dos programas marcadamente antibelicistas: "Guerra" y "Por una isla". Un par de semanas después lo retiraron de la programación. Por fortuna, un grupo de fans del programas se han dedicado a recopilarlos y ponerlos en Internet. Pueden -y deben- descargárselos en la página de Videodrome Radiotres.
Esta ha sido, probablemente, la serie de programas radiofónicos que más me ha gustado nunca. Tenía puestas varias alarmas en diversos relojes para que no se me olvidara correr a grabármelo en Minidisc cada jueves. Una semana no logré acudir a la cita y se me ocurrió escribir al equipo del programa preguntando si se podían consegir los programas en algún sitio. No era posible, pero a cambio me enviaron un CD con uno de los programas dedicados al cine de Godard.
En aquel momento me pregunté por qué no ponía RTVE a disposición de todos su riquísimo archivo audiovisual. En la actualidad, aunque falta muchísimo por hacer, la web de RTVE ofrece horas de precioso material de producción propia. En la sección de radio pueden encontrarse infinidad de programas estupendos pero, ya puestos, les voy a hacer otra recomendación: Documentos RNE.
El equipo de Documentos RNE ofrece todos los sábados a las 15 horas un cuidado y elaborado documental en el que se recuperan las voces y sonidos de los archivos de RTVE, sobre personajes y hechos relevantes de la historia, además de recurrir a especialistas o incluso a los propios protagonistas de nuestros temas.Si no saben por cual de los Documentos RNE comenzar, a mí me han gustado especialmente los cuatro dedicados a los 70 años de Radio Nacional y el especial sobre Fernando Fernán Gómez.
En fin, esto es todo. No me dirán que no les pongo tarea. Sean curiosos y felices ;-)
5 comentarios:
¡Mil gracias! Directos a mi iPod para que me acompañen en el viaje que comienzo esta noche.
Un besote. Nos vemos en poco más de un mes...
La rosa de los vientos (antes turno de noche) de Juan Antonio Cebrián.
polizon: Un besote a ti también. Espero que te guste mi recomendación y, sobre todo, que tegas unas excelentes vacaciones.
buliano: Cuando escribí este post estaba segura de que alguien acabaría recomendando La rosa de los vientos. Bien, he de decir que no comparto el entusiasmo. Me he suscrito al podcast varias veces y después he anulado la suscripción tras escuchar algún programa. Supongo que habré tenido mala suerte, pero lo que he escuchado me parecía vago, poco riguroso y un pelín improvisado. Cuando empiezan a hablar de misterios me recuerdan a Iker Jiménez. De todas formas, insisto en que debo haber tenido mala suerte con los programas que he escuchado porque la opinión generalizada es que este programa merece mucho la pena y sus seguidores son legión en Internet. Así que les recomiendo que lo escuchen y juzguen ustedes mismos. Yo, puesto que buliano también lo recomienda, volveré a darle otra oportunidad.
Todo muy interesante para un radioadicto como yo, aunque últimamente me falta el tiempo hasta para oír la radio. Intentaré hacer los deberes de todas formas.
Lo bueno es que ahora uno se puede descargar los programas y escucharlos cuando le apetezca y buenamente pueda. Estoy segura de que no le defraudarán.
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