17 de septiembre de 2006

Un hito en la cultura española

Mira que es difícil. Imposible, diría yo. Poner de acuerdo en algo a tantas personas en este país. Y ella, sí, ella, lo ha logrado. Porque ella, sólo ella, ha conseguido cabrear a todos por igual: editores, productores, artistas, creadores, empresarios, músicos, bailarines, empleados... Ella, la inefable, la Sra. Calvo, Dª. Pixie y Dixie, la segunda Ministra de Cultura que logra tener antología de frases célebres. Cada vez que se escucha el runrún de la crisis de gobierno, me pregunto esperanzada: "¿será esta vez?, ¿caerá por fin?". Y, sin embargo, ahí sigue, haciendo de las suyas. La última de sus carmencalvadas apunta hacia el Reina Sofía, al que quiere transformar en un museo sobre pintura cubista y de arte español del siglo XX y olvidar su carácter de centro de arte para darle un giro historicista.Una auténtica barbaridad. José Luis de Vicente lo explica muy bien en este artículo en elastico.net, del que corto y pego un fragmento:

La colección de arte del siglo XX del Pompidou de Paris tiene más de cincuenta mil obras. Y no tienen el menor problema en combinar su exhibición con exposiciones de artistas contemporáneos, conciertos de músicos electrónicos o, como ocurrirá el próximo mes, una muestra del trabajo de Fabrica, el centro de producción e investigación de diseño y multimedia italiano financiado por Benetton.
Pero ayer Carmen Calvo anunció el cambio de dirección del Museo Reina Sofia de Madrid, en teoría el primer museo de arte contemporáneo de España.

...que sea un museo especializado en cubismo y arte español (del siglo XX). Picasso y Juan Gris son los artistas que citó para avalar la importancia del cubismo en el Reina Sofía. Una línea historicista que va abiertamente en contra de la emprendida por todos sus directores que siempre han querido, con más o menos voluntad y suerte, estar incluidos en el circuito de los centros de arte contemporáneos europeos. (...) “Me interesa más el museo que el centro de arte”, sentenció. (...) Calvo cree que el Reina Sofía debe dejar de «experimentar» y de ser una «galería de galerías de arte» porque su «camino es convertirse en un museo y poner en valor su colección». «Las compras de este museo tienen que ser de primer nivel porque para el arte contemporáneo ya están las galerías de arte».

Según Calvo, el Reina Sofía "no puede estar sometido a los vaivenes de la moda".

Tiene sentido, porque está claro que en Madrid se ha alcanzado la saturación absoluta de centros que atiendan a la creación contemporánea. Yo propondría que se ensanchen las puertas y se despejen algo más las salas para que se pueda incrementar el número de turistas que pueden desfilar por delante del “Gernika” por minuto. Y en la ampliación de Jean Nouvel, que tan poco le gusta a todo el mundo, pondría la tienda de souvenirs.

Qué tristeza, madre. Qué paren a esta mujer antes de que marque nuevos hitos en nuestra cultura.

3 comentarios:

Fernando J. López dijo...

Absolutamente desolador... Carmen Calvo es un castigo que nos ha caído a los votantes del PSOE para purgar pecados que ni siquiera recuerdo haber cometidos. El Reina Sofía, tan lleno de opciones si se supiera aprovechar (bien podríamos aprender de iniciativas como las del Pompidou, que es un foco constante de vanguardia en todas las artes plásticas y audiovisuales), está en manos de una ministra que pretende cargárselo por pura torpeza y, una vez más, soberbia. ¿Por qué no dejar que los expertos opinen y dirijan aquello de lo que saben y entienden? Insisto, desolador.

lopezsanchez dijo...

Penitentia habemus, querido Cinephilus, penitentia habemus.
Resulta curioso que ahora que toda ciudad pugna por tener su propio centro de arte, comenzando por el Guggenheim bilbaino, y siguiendo por los ejemplos de Salamanca, León, Vitoria o Segovia, se empeñen en destruir el más veterano y con mayores posibilidades. Hoy en día, el modesto Cuartel del Conde Duque ofrece propuestas mil veces más rompedoras e interesantes que el Reina Sofía. Y es que ya ni siquiera plantean retrospectivas de Bill Viola o Bruce Neumann como antaño. Manolo Valdés es estupendo, sí, pero el arte no acaba -ni empieza- en la pintura sobre lienzo y se hace urgente dar cabida a otro tipo de propuestas, desde lo audiovisual hasta el cómic.
En fin, continuaremos penitenciando. ¿Por qué me da que la próxima Ministra de (In)Cultura, sea del signo que sea, será aún peor?

Vulcano Lover dijo...

Mmmm, me encanta Bill Viola.
Besos