Explicar qué es la web 2.0 suele ser algo bastante complicado, sobre todo si se trata de alguien que apenas utiliza una mínima parte de las posibilidades que le ofrece su ordenador. Hace ya mucho tiempo colgué aquí aquel conocidísimo vídeo que hacía un repaso a la historia de la web y lo que supone la web 2.0.
Y va de vídeos hoy la cosa. Porque si hacer comprender qué es la web 2.0 es difícil, más complicado aún es explicar el por qué de algunos de sus servicios más conocidos -de hecho, yo misma no acabo de estar segura aún sobre la utilidad de cosas como twitter-. El caso es que leyendo Infografistas he encontrado un post con tres vídeos sobre los fenómenos de los blogs, las redes sociales y twitter. A propósito de los vídeos, dice Chiqui Esteban en su post:
Blogs in plain english:
Social networks in plain english:
Twitter in plain english:
Como persona con gran curiosidad y pirada por lo tecnológico que soy, tengo costumbre de intentar probar cualquier nuevo servicio o aplicación de la que tengo noticia. Sobre los blogs nada voy a decir puesto que es obvio que me han enganchado totalmente.
En cuanto los otros dos vídeos, bueno, tengo desde hace algún tiempo cuenta en Facebook. La actualizo de vez en cuando con alguna foto, las pelis que veo, los libros que leo y los artículos de mi blog. Y a veces me doy una vuelta por los perfiles de mis contactos, pero nada más. No sé si acabaré sacándole mayor partido pero de momento todo indica que me cansaré pronto y pasará a ser uno más de mis servicios abandonados.
¿Y qué decir de Twitter? En su día me emocionó. Me creé una cuenta y estuve semanas twitteando sin parar. Pasada la emoción inicial comenzó a parecerme un pelín absurdo y lo abandoné. El número de usuarios se ha multiplicado exponencialmente desde entonces pero sigue sin parecerme útil en absoluto. Todas las semanas me llega alguna notificación de que alguien que no conozco ha agregado mi perfil al suyo para recibir notificaciones de mis actualizaciones, lo cual es un absurdo teniendo en cuenta que hace más de un año que no actualizo.
Y va de vídeos hoy la cosa. Porque si hacer comprender qué es la web 2.0 es difícil, más complicado aún es explicar el por qué de algunos de sus servicios más conocidos -de hecho, yo misma no acabo de estar segura aún sobre la utilidad de cosas como twitter-. El caso es que leyendo Infografistas he encontrado un post con tres vídeos sobre los fenómenos de los blogs, las redes sociales y twitter. A propósito de los vídeos, dice Chiqui Esteban en su post:
Todo hecho con recortes de papel dibujados. Y sin embargo tremendamente explicativos. Es quizá un perfecto ejemplo que ratifica la tesis que mucho infografistas tratamos de comunicar: la información no es decoración y el diseño en infografía periodística no es más que una herramienta, no un fin. La comunicación no depende de lo 'bello' de la imagen, si no de su eficacia informativa.Cierto. Y si, como en este caso, el diseño es además bello, mejor que mejor. He aquí los vídeos:
Blogs in plain english:
Social networks in plain english:
Twitter in plain english:
Como persona con gran curiosidad y pirada por lo tecnológico que soy, tengo costumbre de intentar probar cualquier nuevo servicio o aplicación de la que tengo noticia. Sobre los blogs nada voy a decir puesto que es obvio que me han enganchado totalmente.
En cuanto los otros dos vídeos, bueno, tengo desde hace algún tiempo cuenta en Facebook. La actualizo de vez en cuando con alguna foto, las pelis que veo, los libros que leo y los artículos de mi blog. Y a veces me doy una vuelta por los perfiles de mis contactos, pero nada más. No sé si acabaré sacándole mayor partido pero de momento todo indica que me cansaré pronto y pasará a ser uno más de mis servicios abandonados.
¿Y qué decir de Twitter? En su día me emocionó. Me creé una cuenta y estuve semanas twitteando sin parar. Pasada la emoción inicial comenzó a parecerme un pelín absurdo y lo abandoné. El número de usuarios se ha multiplicado exponencialmente desde entonces pero sigue sin parecerme útil en absoluto. Todas las semanas me llega alguna notificación de que alguien que no conozco ha agregado mi perfil al suyo para recibir notificaciones de mis actualizaciones, lo cual es un absurdo teniendo en cuenta que hace más de un año que no actualizo.
2 comentarios:
Ey! Hola Inquilino!
Hacía mucho que no me pasaba por tu casa, y curiosenado ahora me encuentro con este post, coincidencias! Hace unos días descubrí eso del Twitter (después de dos años de estar en funcionamiento el servicio, podríamos decir que sigo la actualidad al día, jeje) y como tú, tampoco le veo del todo la utilidad... pero entiendo el crecimiento masivo de sus usuarios, una forma de estar en contacto continuado (como los blogs, facebook o los chats, siempre dependiendo de la frecuencia con la que se escribe...) yo entiendo que es un modelo de sms (que facilita añadir enlaces con otra información), pero sin costes y con una agenda ilimitada. Peligros: permite a cualquiera leer lo que escribes, ideal para acosadores u obsesivos (aunque los blogs no se libran de estos tampoco), inconveniente: la limitación de los carácteres que permite publicar, creo que no son más de 140, comunicación telegráfica, una tendencia a la que la gente cada día se acerca más y que es totalmente contraria a mí. De ahí su éxito, la gente no quiere leer parrafadas, prefieren capsulitas (que si por lo menos fueran interesantes como ciertos aforismos, todavía, pero para seguir lo que un individuo hace a cada minuto de su miserable existencia pues no me atrae en absoluto)
un beso!
¡¡Cuantísimo tiempo, querida Pi!! Es verdad, yo también llevo mucho tiempo sin pasarme por su casa. En realidad, por la casa de casi nadie porque tengo algo abandonado el bloguerío últimamente. Rachas que le dan a una. En fin, que me alegra mucho su visita.
En cuanto a Twitter, hay gente a la que le resulta muy útil. Gente muy ocupada, que usa Internet en el móvil y a la que le viene bien para avisar cuándo está disponible y cuándo no.
También hay publicaciones que lo emplean para informar de sus últimas novedades.
Pero vamos, más allá de eso, no le encuentro la menor utilidad. Ya pasara de moda (supongo).
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