El día en el que uno decide matricularse de informática, alguien debería darle un folleto informativo. "Las autoridades sanitarias le advierten que determinadas profesiones implican un grave riesgo explotación laboral por parte de su entorno". Supongo que así me lo habría pensado dos veces. O, al menos, no podría quejarme de no saber dónde me metía.
Si una fuera, no sé, tanatoproctora, por poner un ejemplo, no habría peligro: ninguna de sus amistades se empeñarían en llamarle a las horas más intempestivas para realizarle consultas profesionales. Pero, dedicándose a la informática, ¡ay, amiguitos!, no existe escapatoria posible.
- ¡Hombre, Mengano! Cuánto tiempo. ¿Qué tal todo?
- Bien, bien.
- ¿Te compraste el coche?
- Uy, sí. Por cierto, ya que lo mencionas, la semana pasada se me colgó el ordenador y...
Les ocurre también a los médicos. Tengo un tío anestesista y el otro día, en el ascensor:
Mi tío: "Ay que ver, qué frío, ¿verdad?"
Su vecina: "Pues sí, ya ve. Ahora que lo menciona, hace dos días que me dan unos ardores...".
Me consuela pensar que los informáticos entramos en ese selecto grupo de profesiones a los que el resto de los mortales otorgan un aura de misterio tal que se piensan que podemos solucionar cualquier problemática mediante ciencia infusa. "¡Ay, una consulta!: No me arranca el ordenador, ¿por qué crees que es?", me decía el otro día uno de mis jugadores. Y, claro, así a bote pronto, lo primero que se me ocurrió es si estaría enchufado, pero una no puede dar esa respuesta porque entonces perdería su aura de chamán tecnológico. Así que como pude improvisé una sesuda respuesta sobre las actulizaciones automáticas del Windows, los troyanos y las particiones de arranque. Quedó tan preocupado con su ordenador como satisfecho con mi respuesta. Normal: ni yo entendí lo que había dicho.
Conste que todo esto no lo digo con acritud, ¿eh? Ustedes continúen llamándome a la una de la mañana porque no logran instalar la última copia pirata que les bajó el eMule, que yo seguiré contestando gustosa. Eso sí, la próxima vez que me presenten a alguien le diré que soy sexadora de pollos.
Si una fuera, no sé, tanatoproctora, por poner un ejemplo, no habría peligro: ninguna de sus amistades se empeñarían en llamarle a las horas más intempestivas para realizarle consultas profesionales. Pero, dedicándose a la informática, ¡ay, amiguitos!, no existe escapatoria posible.
- ¡Hombre, Mengano! Cuánto tiempo. ¿Qué tal todo?
- Bien, bien.
- ¿Te compraste el coche?
- Uy, sí. Por cierto, ya que lo mencionas, la semana pasada se me colgó el ordenador y...
Les ocurre también a los médicos. Tengo un tío anestesista y el otro día, en el ascensor:
Mi tío: "Ay que ver, qué frío, ¿verdad?"
Su vecina: "Pues sí, ya ve. Ahora que lo menciona, hace dos días que me dan unos ardores...".
Me consuela pensar que los informáticos entramos en ese selecto grupo de profesiones a los que el resto de los mortales otorgan un aura de misterio tal que se piensan que podemos solucionar cualquier problemática mediante ciencia infusa. "¡Ay, una consulta!: No me arranca el ordenador, ¿por qué crees que es?", me decía el otro día uno de mis jugadores. Y, claro, así a bote pronto, lo primero que se me ocurrió es si estaría enchufado, pero una no puede dar esa respuesta porque entonces perdería su aura de chamán tecnológico. Así que como pude improvisé una sesuda respuesta sobre las actulizaciones automáticas del Windows, los troyanos y las particiones de arranque. Quedó tan preocupado con su ordenador como satisfecho con mi respuesta. Normal: ni yo entendí lo que había dicho.
Conste que todo esto no lo digo con acritud, ¿eh? Ustedes continúen llamándome a la una de la mañana porque no logran instalar la última copia pirata que les bajó el eMule, que yo seguiré contestando gustosa. Eso sí, la próxima vez que me presenten a alguien le diré que soy sexadora de pollos.
6 comentarios:
Aysss, nos quejamos de vicio...
En los 12 últimos años se me han dado taaaantas circunstancias en relación a lo que comentas, inquilino, que me sería imposible recordarlas todas. Desde que empecé a cursar 1º de carrera, los amiguetes esperaban que supiera decirles qué combinación de teclas tenían que pulsar para esto y lo otro en su Wordperfect 5.0 (¿recordáis alguno aquellas teclas de función inmemorizables?), o averiguar por qué no imprimía su estupendísima impresora (que a lo mejor ni habían conectado al ordenador por el puerto paralelo)... pero de lo que no me olvido es de alguna ocasión de: "porfa, ven a arreglarme el ordenador que no sé qué le pasa", ir, meterle mano, y hacer algo más que eso con la amiguita en cuestión... Vale, ocasiones contadas y con la misma amiguita, pero bien compensó las otras doscientas mil veces que han acudido a mi como el pring... informático de andar por casa ;)
Aysssss, ¡nos quejamos de vicio!
¿Meterse mano? ¡¡Señor polizont-e, un poco de seriedad, que este es un blog decente!! :-P
Después de esto es de visionado obligatorio "The I.T. Crowd" donde no tienen ningún reparo en preguntar a los usuarios si efectivamente conectó el ordenador o si "lo ha reiniciado". Verdades como puños...
De todas formas yo prefiero a los humildes que no tienen ni puñetera idea pero al menos te dejan en sus manos y te lo agradecen mil veces aunque lo único que les hayas hecho sea configurarles el salvapantalla, que a los "listillos" que encima de pedirte el favor, hacerte perder el tiempo, etc, se lo saben absolutamente todo y lo peor, "tocan" absolutamente todo (para que tú lo arregles después).
Si es que la gente... cómo somos. Nos dan la mano y cojemos el brazo...
A propósito, últimamente mi ordenador... ¡¡es coña!!
Pero creo que sí es cierto que hay a profesionales que les sucede lo mismo: médicos, abogados, gestores, psicólogos, mecánicos, electricistas... que no les dejan de ejercer su profesión ni fuera de horario laboral, sin cita previa ni pago por consulta... Cuando tenga que asar un pollo te pediré la manera de hacerlo ;)
Yo, sin embargo, con un poco de pudor, me arrepiento de no haber estudiado informática. Creo que hubiera disfrutado de ello. Aunque es posible que si lo hubiera hecho me arrepintiera de no haber estudiado odontología... no, eso no, pero cualquier otra cosa.
Bonito pollo asado te iba a salir, Pi X-D
En el fondo, me quejo de vicio porque ¡me encanta! Es que no sería yo si no gruñera un poquito de vez en cuando.
Saludos a todos, en especial a las nuevas visitas
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